Reto 2
Proyecto “Techo”.
Este proyecto es un claro ejemplo de alianza multiactor,
donde lo público, lo privado y el tercer sector se unen transversalmente para
conseguir los objetivos perseguidos. En este caso el Ministerio de Inclusión,
Seguridad Social y Migraciones, donde trabajo, junto a la Fundación del Banco
Santander y Accenture, colaboran con diferentes entidades sociales y ONGs que
gestionan el proyecto, que nace con la
idea de dar servicio a cualquier persona beneficiaria de Protección Temporal e
Internacional, sea cual sea su origen, que esté ya en fase de autonomía, esto
es, cuando la persona refugiada sale del recurso de acogida y continúa el
itinerario individualizado. Es decir, ayudar a la búsqueda de vivienda a
las personas una vez salen del paraguas institucional de acogida.
Los ODS que aparecen en este proyecto de manera clara son el
1 (fin de la pobreza) y el 10 (reducción de las desigualdades). Uno de los
mayores problemas con los refugiados es cómo integrarlos en la vida diaria del
país de acogida una vez finaliza el proceso institucional, y uno de los
principales es dónde poder acomodarlos. Evidentemente la vivienda supone uno de
los principales problemas en España para los que vivimos aquí, cómo no va a
serlo para los refugiados. Conseguir crear una red de pisos donde puedan alojarse,
junto a las ayudas económicas que se dan desde el Ministerio, es el pilar
fundamental para la integración de estas personas sin que exista riesgo de caer
en la pobreza y la desigualdad social.
Con este proyecto, se gestiona la donación/alquiler de pisos
con esta finalidad por medio de las ONGs, con el apoyo de entidades privadas y
la supervisión del Ministerio, de forma que cada uno realiza su tarea de manera
colaborativa con el resto para conseguir el objetivo común. Resulta fundamental
el flujo de información constante en busca de soluciones resilientes para los
problemas que vayan saliendo, generando sinergias que permitan alcanzar una
organización eficiente, que repercuta en el bienestar de los refugiados.
Si bien es cierto que desconozco el funcionamiento de los
dos entes privados que participan en el proyecto y del de las diferentes ONGs,
no me cabe duda de que el principal escollo que nos encontramos en la
Administración para este tipo de proyectos (para todos en realidad) es la incapacidad
de actuar con rapidez y adaptabilidad ante los problemas, debido a le rígida y
lenta burocracia a la que estamos sometidos. Por tanto, una solución para poder
mejorar estas colaboraciones, así como cualquier actuación que tenga relación
con los Objetivos de Desarrollo sostenible, debería ser poder tener más
flexibilidad en la integración de diversas políticas y actuaciones, siempre
garantizando el cumplimiento de los procedimientos y las leyes.
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