Tarea 5

Siguiendo la línea de todo lo dicho en las tareas anteriores, creo que laboralmente estamos en el único sitio donde la discriminación laboral no existe o es totalmente residual. La igualdad en el acceso, la igualdad en los mecanismos de promoción, la flexibilidad horaria, la existencia de guardería, y (por norma general) unos horarios solo de mañana genera que la conciliación, el reparto de cuidados y las alternativas para la crianza del niño eliminen casi cualquier foco que genere desigualdad. Evidentemente, siempre podrá generarse algún comportamiento a nivel personal que se escape de esto, pero eso supera lo puramente laboral y aun así, existen mecanismos suficientes para paliarlos.

No parece entonces que seamos un punto problemático en este aspecto, y tampoco creo que un funcionario común tenga capacidad para incidir a nivel social en replicar este formato (si se pudiese, cosa harto improbable), por lo que realmente no parece que desde un enfoque "laboral" tengamos mucho que aportar, y es más probable que eso sea algo personal, tanto en el día a día de cada uno como en la denuncia de todo comportamiento que genere o fomente desigualdades. 

Y reincidiendo en el punto más conflictivo, quizás lo que necesitemos es promover mayores capacidades de conciliación en el sector privado, así como la existencia de una red de guarderías accesible por todas las familias que las necesiten para eliminar la realidad de la desigualdad, que es que las mujeres trabajan menos horas que los hombres porque se quedan fuera del mercado tras tener un hijo o reducen sus horarios para conciliar mejor, lo que provoca por un lado menores salarios y menos opciones de desarrollar su carrera laboral, y por otro la reticencia del empleador a contratar a una mujer ante la posibilidad de dicho abandono/reducción. Una vez que se eliminase la necesidad de las reducciones/excedencias, estaríamos en una situación de igualdad de salarios, de horas trabajadas y de capacidades de ascenso profesional, y desaparecería cualquier prejuicio sobre los riesgos de contratar mujeres. Y a partir de ahí, desde la igualdad laboral, reduciríamos cualquier tipo de desigualdades al ámbito privado, y por tanto hablaríamos de otro tipo de políticas que nada tiene que ver con esto.

Creo que ha quedado bastante evidente las consideraciones personales que aplican a la desigualdad entre hombres y mujeres, como la administración tiene una clara ventaja en este aspecto respecto al sector privado y qué mecanismos deberían copiar desde éste para tratar de reducir en la medida de los posible cualquier foco de desigualdad. No parece además difícil de aplicar (quizás si caro) y sabemos que en otros países se han aplicado con éxito. Y nada mejor que dedicar los recursos existentes a aquello que se ha comprobado que funciona que experimentar con políticas nuevas.